Las estructuras de dos pisos no eran comunes en la arquitectura tradicional coreana por la dificultad de instalar el sistema de calefacción radial en un piso elevado. Además, la densidad poblacional no era tan elevada como para tener que aprovechar al máximo el terreno. Pero ahora que las viejas barreras tecnológicas y estructurales han desaparecido, existe un creciente interés en las aplicaciones residenciales y comerciales del hanok.

Interior de Mannamil, una panadería que abrió recientemente frente a la calle del Café Hemel.
© Ahn Hong-beom

Café Hemel, ubicado en Aldea Hanok de la ciudad de Sejong, es un edificio de dos pisos con estructura superior en forma de pabellón elevado. La puerta circular de entrada es el rasgo distintivo de la cafetería.
© Yun Jun-hwan

Con su seductora estructura de ladrillo y madera, Mannamil representa la evolución de los cafés en edificios estilo hanok
© Ahn Hong-beom

En los actuales hanok de dos plantas, el segundo piso generalmente se reserva para habitaciones familiares, salas de pasatiempo o estudio, algo poco usual en los hanok estándar de un piso. Un buen ejemplo es una casa en Chebu-dong, Seúl, que tiene el taller del cliente en el segundo piso. En lugares con bellos entornos naturales, el segundo piso puede servir como una especie de mirador para disfrutar las vistas. Como arquitecto, al diseñar un hanok de dos pisos considero esencial mantener la configuración básica del patio en el centro, y luego agregar un segundo piso de tamaño y ubicación adecuados, para que la estructura de toda la casa resulte equilibrada.

Dos instalaciones comerciales de reciente creación en la Aldea Hanok, en la nueva ciudad de Sejong, provincia de Chungcheong del Sur, difieren del hanok estándar tanto en concepto como en elementos estructurales. El Café Hemel (“paraíso” en holandés), está diseñado para que el segundo piso con techo de tejas pueda verse fácilmente desde la calle. El patio hundido y la sencilla escalera del pasillo subterráneo crean un ambiente moderno. Y la puerta de entrada circular es tan famosa que todos los clientes se hacen una foto aquí.

Al otro lado de la calle está Mannamil, panadería y cafetería. La cocina se ubica en el amplio sótano, y un ascensor conecta ambos pisos para comodidad de los clientes. El elemento más destacable es el exterior, que imprime un aura del pasado a la nueva ciudad. Recordando el periodo de la Ilustración de finales del siglo XIX, cuando la cultura occidental se fusionó con las tradiciones coreanas, emergen las puertas arqueadas en la pared exterior de ladrillo rojo. Tras esta delicada fachada hay un patio y un hanok de dos pisos, que dan profundidad temporal y espacial al café, y una identidad única.