Kim Min-wook, Bae Se-jin y Yang Yoo-wan son tres jóvenes artistas que experimentan con nuevas ideas mientras mantienen la esencia del oficio. Sus espacios de trabajo muestran rastros de su ardua labor e inspiración.
El carpintero Kim Min-wook no pule las imperfecciones de la madera, como agujeros de insectos, deformaciones naturales y grietas, sino que las incorpora a su trabajo.
Las obras de la vidriera Yang Woo-wan se distinguen por sus inusuales formas y por el uso de burbujas de aire, resultado de intentos creativos para superar dificultades técnicas.
El ceramista Bae Se-jin dota de significado a su trabajo mediante pequeños bloques grabados con números de serie que ensambla en todo tipo de objetos.
Kim Min-wook,
carpintero que extrae historias de los árboles
Para Kim Min-wook, la artesanía en madera no es cuestión de diseño. Más bien, intenta revelar las cualidades inherentes y la estética de la madera.
Kim muestra algunas obras y materiales en QI MINU, su taller en Busan, su ciudad natal. Aquí también hace muebles a medida.
Cuando Kim Min-wook encuentra insectos en árboles caídos hace tiempo, piensa en la singularidad de la madera como único material artesano que alberga otras formas de vida.
Kim siente afinidad por las marcas que el tiempo imprime en la madera. Encuentra belleza en esos pequeños agujeros y patrones creados por insectos, en las deformaciones por exposición a la lluvia y el viento, y en las manchas oscuras causadas por hongos. Aprecia las imperfecciones por lo que son, acepta lo que la madre naturaleza ha engendrado y de allí procede. Por eso Kim se enfoca en destacar las cualidades de la madera natural en vez del diseño o la utilidad.
Kim disfruta especialmente de trabajar con torno, pues eso le permite tallar a un ritmo constante. Cuanto más se deforma y daña la madera, más desafiado se siente. Disfruta el proceso de revelar una historia. Cuando la historia que esconde cada pieza de madera sale a la superficie, Kim deja que la madre naturaleza agregue el toque final. Permite que la madera se seque de forma natural y experimente una mayor transformación. Las grietas pueden agudizarse o la madera doblarse. Si se contorsiona demasiado, puede intervenir con una pequeña pieza de metal para enderezarla. Así es como trabaja: permite que la madera se curve y se doble de forma natural, y en caso de ser necesario ajusta su forma.
Nueve años después de convertirse en artesano a tiempo completo, Kim fue uno de los cuatro ganadores del premio Lexus Creative Masters Award 2019, una iniciativa de Lexus Korea que ofrece apoyo financiero y reconocimiento a artesanos emergentes. También quedó finalista en el Premio de Artesanía de la Fundación Loewe 2022. Sin embargo, le incomoda definirse como artista, pues asegura que lo que realmente hace es revelar las historias ocultas en los árboles.
Kim halló su vocación siendo pragmático. Cuando se especializó en diseño de moda empezó a pensar que vivir en el extranjero le sentaría mejor que quedarse en Seúl. Y al sentir que necesitaba otra habilidad empezó carpintería. Después de tres años como fabricante de muebles a medida en Ilsan, un barrio satélite de Seúl, regresó a Busan, su ciudad natal, para enfocarse en la artesanía. Hoy día muchas tiendas venden sus obras y cuenta con un acervo de fieles seguidores, pero todavía acepta encargos para diseñar muebles a medida.
Ahora Kim sueña con inyectar sus propias ideas en las obras de madera que talla, pero de momento acorrala sus ambiciones y las guarda para un futuro lejano.
Kim, que comenzó en la carpintería por su cuenta, quedó como finalista en el Premio de Artesanía de la Fundación Loewe 2022 por su obra “Instinctive” realizada con madera de roble.
Cortesía del Museo de Artesanía de Seúl
Bae Se-jin,
alfarero que Exalta la perseverancia
Bae Se-jin moldea pequeños bloques con números de serie en diversos objetos. En los últimos 15 años ha creado 346.000 bloques, testimonio de su devoción por la carpintería.
La artesanía es una prueba visual de tiempo y esfuerzo. No deja espacio a trucos ni engaños. La ocupación del alfarero Bae Se-jin es obvia: encajar bloques numerados para crear objetos. Hizo su primer bloque en 2008, en su tercer año de universidad, y ahora acumula casi 346.000 bloques.
Los principales métodos para hacer cerámica son el torno, la fundición en barbotina y la construcción manual, que consiste en enrollar y crear losas. Cuando Bae intentaba crear losas en clase de introducción a la cerámica en la Universidad Nacional de Seúl, un estudiante de último año que pasaba por allí lo felicitó. Eso motivó a Bae a dedicarse a la alfarería.
Pero Bae es un caso atípico de su grupo, pues la mayoría de los alfareros cambian de estilo a medida que aprenden nuevas técnicas. En cambio, desde el principio Bae determinó qué técnica le convenía y qué quería expresar con su trabajo. Eso le permitió sumergirse en su oficio sin perder tiempo en ensayo y error.
Cuanto más se enfrascaba Bae en la alfarería, más comprendía cuánto tiempo requería trabajar la cerámica. No hay forma de acelerar o controlar el tiempo de hornear o secar la arcilla en un horno sin asumir riesgos. Pero lejos de desanimarse, abrazó esas limitaciones inherentes para dar sentido a sus creaciones. Por eso comenzó a hacer bloques grabados con números de serie.
Esos dígitos aparecen en los nombres de sus obras, son los números de serie de los pequeños bloques empleados en su elaboración. Los bloques también recuerdan sus días de estudiante, cuando tuvo que hacer un receso en la universidad y trabajar para pagarse la matrícula. De día trabajaba para una empresa de diseño de exposiciones y de noche promocionaba una compañía teatral. La paga aquí era modesta, pero Bae estaba feliz y agradecido de poder ver la obra.
Hoy todas las obras de Bae llevan la frase “Esperando a Godot”, una de sus obras favoritas, donde los personajes principales esperan sin fin la llegada de Godot sin saber bien quién es o si realmente llegará. Bae describe la vida del alfarero: esa espera constante a que la arcilla se seque u hornee.
Durante los últimos siete años, Bae también ha ofrecido talleres de cerámica en un estudio en la zona de Pil-dong de Seúl. Al principio lo hacía para mantenerse, pero ahora su objetivo es educar al público en general y garantizar el aprecio y el consumo a largo plazo de artes y oficios.
< WFG 282260-284565_1 > . 2019. 33 × 33 × 35 cm. Las obras de Bae también están marcadas con “WFG”, iniciales de su obra favorita “Esperando a Godot”. El título alude a la constante espera porque la arcilla se seque o termine de hornearse.
Bae enseña cerámica al público en su taller de Pil-dong de Seúl. Es su forma de contribuir a que haya suficientes personas que apoyen el ecosistema de artes y oficios a futuro.
Yang Yoo-wan,
artesana del vidrio que se sumerge en experimentos inusuales
Yang Yoo-wan es artesana de vidrio y fundadora del estudio de diseño Mowani Glass. Integra una cohorte en expansión a caballo entre artistas y diseñadores, creando un estilo fresco y ayudando a diseñar productos para la producción en masa.
Sin dejar de expandir su creatividad, Yang es constantemente cortejada por marcas de belleza, estilo de vida y restaurantes, pues ve la lluvia de ideas como una oportunidad de experimentar con amplia variedad de estilos.
En la universidad Yang se especializó en diseño industrial y soñaba con ser diseñadora de automóviles. Luego se topó con el vidrio y su talento internacional surgió incluso antes de graduarse. Con un hap o tazón tradicional cubierto, que elaboró con recipiente de porcelana y tapa de vidrio, ganó el Premio al Alumno Destacado, y la oportunidad de participar en la Semana del Diseño de Milán y mostrar su trabajo en las renombradas galerías Mint y Saatchi.
Desde entonces ha venido experimentando con combinaciones de materiales y probando técnicas diversas, como el recubrimiento de esmalte y laca o el laminado de cobre, creando nuevos y llamativos colores. La poco convencional experimentación y técnica de soplado de vidrio de Yang genera un estilo singular.
La mayoría de los sopladores de vidrio ven la presencia de burbujas de aire como fallos y descartan su trabajo. Yang también intentó lograr vidrio sin burbujas de aire, pero luego comenzó a ver el problema desde una nueva perspectiva. Decidió usar las burbujas de aire para crear patrones en el vidrio, bajo el mismo prisma que la llevó a hacer vidrios con formas atípicas, que lucen diferentes al ser observados desde distintos ángulos.
Cada vez que Yang recibe una solicitud de un cliente, lo ve como una oportunidad de obtener nuevo conocimiento sobre su oficio. Por ejemplo, cuando la marca de spa Swiss Perfection le pidió un trabajo para representar el agua, Yang diseñó un cuenco que posteriormente inspiró ideas para platos, cuencos y otros tipos de vajilla. Y la gran lámpara colgante para la tienda BOONTHESHOP, en el moderno Cheongdam-dong de Seúl, diseñada por el arquitecto de renombre mundial Peter Marino, fue un nuevo tipo de reto. La solicitud requería siete largos bloques rectangulares de vidrio repleto de burbujas que pudieran suspenderse del techo.
Como mujer de negocios a cargo de su propia marca de vidrio, enfatiza la importancia del trabajo en equipo, pues sabe que no puede hacer todo sola. Pero Yang domina todo el proceso: desde las habilidades para programar que requiere el diseño, hasta la curiosidad por diversos materiales, pasando por la sensibilidad y las habilidades manuales de un artesano o el conocimiento comercial para gestionar la producción en masa.
El taller de Yang Yoo-wan incluye una sala para relajarse. Una de las paredes está revestida con sus propias creaciones y recuerdos de viajes, objetos que le generan energía positiva.
Floreros sobre una mesa en el taller de Yang. Yang disfruta experimentando con madera, cerámica y metales pues le permiten afirmar su identidad distintiva como artista del vidrio.
Park Eun-youngEscritora independiente
Lee Min-heeFotógrafo