Features 2022 SPRING 249
A la vanguardia de la innovación Dando nueva vida a la música centenaria, los pioneros del gugak contemporáneo (música tradicional coreana) crean remezclas que resuenan con energía e inspiración. Destacamos tres grupos notables a la vanguardia de la innovación que, con caminos propios, logran audiencia en el país y en el extranjero. Escena de un vídeo de “ONDA”, tercer álbum de estudio de Jambinai, lanzado en 2019 por Bella Union. Como banda de post-rock con cinco miembros, Jambinai ha hipnotizado al público de muchos países con electrizantes actuaciones inspiradas en la música tradicional coreana. La banda se formó en 2009. Black String“Aunque dediques toda tu vida a lograr el auténtico sonido del geomungo, es un objetivo difícil de alcanzar. En sentido amplio, no difiere mucho de la aspiración de Black String”. Black String, formado en 2011, crea sonidos experimentales de fusión improvisada sobre jazz y música tradicional coreana. De izquierda a derecha: Yoon Jeong Heo al geomungo, Min Wang Hwang al ajaeng y janggu, Aram Lee al daegeum y yanggeum y Jean Oh a la guitarra.© Nah Seung-yull Black String ha venido ganando reconocimiento en festivales locales y mundiales de músicas del mundo y jazz a lo largo de los años. Como su nombre proclama, hace música profundamente arraigada en el geomungo, cítara de seis cuerdas cuyo nombre sino-coreano es literalmente “cuerda negra”. Este instrumento nativo de Corea, de hace 1500 años, crea un tono modesto y solemne que personifica la dignidad de la música tradicional coreana.El grupo, creado en 2011, lo conforman Yoon Jeong Heo al geomungo, Jean Oh a la guitarra, Aram Lee al daegeum (flauta transversal grande de bambú) y yanggeum (dulcémele martillado), y Min Wang Hwang al ajaeng (cítara arqueada de siete cuerdas) y janggu (tambor de dos cabezas). Su carrera despegó en 2016 cuando firmaron con ACT, sello discográfico alemán de renombre mundial y toda una novedad en un grupo coreano, para lanzar cinco LPs. Junto con ECM, ACT es conocido por música contemporánea experimental centrada en jazz.El primer álbum de Black String, “Mask Dance”, lanzado ese mismo año, les valió un premio en la categoría de Asia y el Pacífico en Songlines Music Awards 2018, en Gran Bretaña, y también es novedad para un grupo coreano. Su música en realidad es la mejor combinación con el estilo de ECM, que cultiva una mezcla de música folclórica europea y jazz meditativo. La reinterpretación filosófica de la música ambiental del tema principal de su segundo álbum, “Karma” (2019), y el enfoque de jazz fusión que exploran en “Exhale-Puri” o “Song of the Sea” se acercan al “estilo coreano” de ECM.Junto con Kang, Yoon Jeong Heo lidera la vanguardia de experimentación libre en la música tradicional coreana. Formaron SangSang Trio con Yu Kyung-hwa, un intérprete de cheol-hyeongeum (cítara con cuerdas de acero), creando música que fusiona florituras y ritmos tradicionales con free jazz o metodología moderna. Yu y Won Il, compositores que colaboraron con ellos, iban a clase con Heo en la Escuela Secundaria Nacional Gugak. Tras los innovadores esfuerzos del grupo está Yoon Jeong Heo, su líder y destacada intérprete de geomungo y profesora de música tradicional coreana en la Universidad Nacional de Seúl. Es hija de Heo Gyu (1934-2000), pionero del madanggeuk (teatro tradicional al aire libre) que amplió significativamente los horizontes del teatro coreano en el siglo XX. “Gracias a mi padre conocí a maestros en improvisación de música tradicional”, recuerda. “Me inspiró mucho el intérprete de haegeum [violín de dos cuerdas] Kang Eun-il. Sus actuaciones escapan de los límites de nuestra música tradicional”.Los otros tres miembros de Black String son jóvenes que destacan en música tradicional coreana y jazz, con proyectos individuales y en grupo. Audaces en sus elecciones, mezclan elementos de un repertorio diverso que abarca música folclórica tradicional, chamánica y budista. En “Exit Music - For a Film” de la banda de rock inglesa Radiohead, ofrecen una mezcla musical de ensueño. Aram Lee ofrece una actuación original y virtuosa en daegeum; Min Wang Hwang ha tocado con él en otros proyectos; y Jean Oh es conocido por su minimalista pero profundo toque de guitarra. Su música demuestra que no son meros acompañantes del geomungo. Los recién llegados a la música tradicional coreana harían bien en recordar sus nombres. “Me encanta improvisar, pero la identidad de nuestro grupo no se basa solo en eso. La claridad y el carácter de una pieza son el marco básico y la improvisación es el ímpetu de nuestra actuación”, explica Heo. En ese sentido, el instrumento solista tradicional de estilo libre sanjo, es la raíz y el corazón de la música de Black String. Jambinai“¿Qué conmoción sentirías al ver ante tus ojos un animal que se creía extinto o ajeno a este mundo, o al capturar una criatura de profundidades marinas como el celacanto? Esas son las cosas que buscamos”. La banda de post-rock Jambinai destaca por combinar rock y heavy metal con instrumentos tradicionales coreanos. Desde la izda: Jaehyuk Choi a la batería; Eun Yong Sim al geomungo; Ilwoo Lee a la guitarra, piri y taepyeongso; Bomi Kim al haegeum y B. K. Yu al bajo.© Kang Sang-woo Hellfest, un festival internacional de metal de nombre aterrador, atrae a decenas de miles de jóvenes fanes a un pequeño pueblo de Francia cada mes de junio, con bandas de hard rock y heavy metal, como Iron Maiden y Cannibal Corpse. En 2016, la audiencia quedó perpleja ante una variedad de instrumentos asiáticos que llenaban el escenario. Era Jambinai, una banda coreana post-rock de cinco integrantes.Jambinai, fundada en 2009, la conforman Ilwoo Lee, un versátil guitarrista, piri (oboe de doble lengüeta) y taepyeongso (oboe cónico); Bomi Kim al haegeum; Eun Yong Sim al geomungo; Jaehyuk Choi a la batería; y B. K. Yu al bajo. Su música evoca un extraño caos de duendes y fantasmas coreanos. Cuando los irregulares sonidos en bucle del geomungo, creados al golpear el cuerpo y las cuerdas con la púa de un solo golpe, se encuentran con el chirrido fantasmal del haegeum y el rugido de la guitarra eléctrica, el público es invadido por una sensación de horror y suspense totalmente distinta al heavy metal. Los sonidos friccionales y africados del haegeum y el geomungo son desconocidos pero electrizantes. La estética del post-rock, el shoegazing, el metal y la música tradicional coreana chocan en proporciones impredecibles. Los miembros clave del grupo, Ilwoo Lee, Bomi Kim y Eun Yong Sim, optaron por la música tradicional a temprana edad. Eran compañeros de clase en la Escuela de Artes Tradicionales Coreanas de la Universidad Nacional de Artes de Corea. Pero Jambinai nació del desafío de Lee contra la tradición musical de Corea. Comenzó a tocar piri en séptimo grado y la guitarra eléctrica en noveno grado. Mientras estudiaba música tradicional coreana en la escuela, veía actuaciones de Metallica en casa y soñaba con convertirse en rockero. Antes de Jambinai, tocó en la banda de screamo 49 Morphines. “Dicen que los instrumentos tradicionales coreanos no pueden mezclarse con una banda, y que la música tradicional coreana es aburrida y algo “de hogares hanok”. Quería romper esos prejuicios y tuve que crear un sonido poderoso”, explica Lee. Tuve una idea con ‘Roots’, un álbum de Sepultura, banda que fusiona música tradicional brasileña con metal. Otras influencias fueron el collage de sonido de rock industrial de ‘The Downward Spiral’, un álbum de Nine Inch Nails, y el género post-rock donde varios instrumentos, desde el violín y el violonchelo hasta la gaita, combinan suavemente con sonido rock. En 2014, Jambinai fue invitado al Festival de Música SXSW en Austin, Texas, Estados Unidos. Empezaron con solo dos personas de público y en unos 30 minutos llenaron la sala. Vivir eso fue una de mis más intensas experiencias en un concierto. En 2015, la banda firmó con el sello discográfico británico Bella Union y, al año siguiente lanzó a nivel mundial su segundo álbum, “A Hermitage”, con excelentes críticas. Su dramático sonido, que comienza como la llama de una vela y luego se convierte en un incendio forestal, abarca un amplio espectro, desde lo feroz (“Time of Extinction” de su álbum de debut “Differance”, “Wardrobe” de su segundo álbum “A Hermitage” y “Event Horizon” de su tercer álbum “ONDA”) a lo meditativo (“Connection”, último tema de su primer álbum). Antes del coronavirus, Jambinai actuaba más de 50 veces al año en el extranjero. Cautivaron al público en festivales internacionales, incluidos WOMAD UK, EXIT en Serbia y Roskilde en Dinamarca, por nombrar algunos. Y ofrecieron una espectacular actuación en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018. Dongyang Gozupa“Nuestras carencias nos impulsan a ser más creativos. Aunque solo somos tres, aspiramos a llenar totalmente el espacio solo con nuestra música”. Dongyang Gozupa, creado en 2018, es conocido por un estilo salvaje y discordante, acorde a su nombre, que literalmente significa “alta frecuencia de Oriente”. Desde la izda: Jang Do Hyuk a la percusión, Yun Eun Hwa al yanggeum y Ham Min Whi al bajo.© Kim Shin-joong Cuando se trata de ser poco convencional, el trío Dongyang Gozupa no se queda atrás. Para empezar, su excéntrico nombre ya dice mucho, pues literalmente significa “alta frecuencia del este”. Jang Do Hyuk, el percusionista, explica que el nombre deriva de un taller de reparación de productos electrónicos del barrio. Pensó que encajaba con el estilo musical discordante y salvaje de la banda.El grupo debutó en 2018 con el lanzamiento de un EP titulado “Gap”. La primera impresión que predomina en su música es el sonido del yanggeum interpretado por Yun Eun Hwa, que golpea como una tormenta. En su actuación visualmente destaca la guitarra que cae como tal, como en “Master of Puppets” de Metallica. El bajo profundo de Ham Min Whi y la rápida interacción a la percusión de Jang Do Hyuk, completan un sonido que avanza a toda velocidad. El timbre claro del yanggeum rebota como gotas de lluvia cayendo en la selva tropical y el martilleo del dulcémele brilla como pieza central de la banda, pues está hecho con cuerdas de metal, mientras que el geomungo de Black String y Jambinai tiene cuerdas de seda. Con él, Yun produce sonidos metálicos que resuenan a heavy metal. El yanggeum surgió en Persia, pero con el tiempo fue adaptado y modificado y recibió nombres como cítara, dulcémele y címbalo. Llegó a Corea a través de China y recibió el nombre de yanggeum, que significa “instrumento de cuerda de Occidente”. Junto con el saenghwang (órgano de boca de lengüeta libre con 17 tubos de bambú), es uno de los pocos instrumentos tradicionales que puede tocar escalas y armonía usadas en música occidental.Yun, a cargo de la filial coreana de la Asociación Mundial de Címbalo, encargó un instrumento a medida. “El yanggeum tradicional es más pequeño y produce solo una estrecha gama de notas, impidiendo tocar diversos géneros”, explica. “Mi yanggeum tiene un rango mucho más amplio: cubre cuatro octavas y media, y puede reproducir la escala cromática como un instrumento musical occidental, permitiendo interpretar casi cualquier género de música. Le agregué una pastilla y pedales de efectos para expandir el rango expresivo”.Yun comenzó a estudiar música con cuatro años en China, donde aprendió a tocar el yanggeum norcoreano, y se especializó en percusión en la Universidad de Corea. Luego perfeccionó su estilo idiosincrásico con años de práctica y estudio, asimilando los méritos de la percusión y los instrumentos de cuerda de Oriente y Occidente, y de Corea del Norte y del Sur.Mientras, Jang Do Hyuk es un percusionista único. No toca un bombo con el pie; y en vez de usar tanto las manos como los pies, ha creado un estilo característico que solo usa las manos para expresar todo el espectro de sonidos percusivos, desde el tono más bajo hasta el más alto. El ex integrante de Danpyunsun and the Sailors, banda que combina rock e influencias orientales, afirma: “Los límites me permiten crear un sonido propio y distintivo. Adoro los retos”.El bajo de Ham Min Whi fluye suavemente de movimientos pesados a ágiles, y recuerda a la banda estadounidense de nu metal Korn o a la banda de punk rock Red Hot Chili Peppers.En 2021, Yun Eun Hwa recibió el premio Soorim New Wave que otorga la Fundación Cultural Soorim. Este prestigioso reconocimiento se entrega cada año solo a un joven músico tradicional o banda especializada en estilo experimental. Entre otros galardonados figuran Kwon Song Hee, vocalista de la banda de pop alternativo LEENALCHI, o Ak Dan Gwang Chil (ADG7), grupo folk-pop que actualiza la música ritual chamánica de la provincia de Hwanghae, ahora Corea del Norte. Dongyang Gozupa fue la primera banda asiática en ser invitada al festival mundial de música WOMEX por dos años consecutivos, 2020 y 2021.#Korean traditional Music
Features 2022 SPRING 237
Experimentos diversos, delicias inesperadas Jóvenes músicos que buscan nuevos espacios con la contemporaneidad en mente amplían los horizontes de la música tradicional coreana. Revisamos algunos álbumes de idiosincrásicos estilos de artistas con talento y ambición que experimentan con diversos métodos y sonidos. © Kim Hee-ji “Nacido para la belleza”HAEPAARY; Flipped Coin Music [Junio 2021]Creado en 2020, HAEPAARY es un dúo electrónico alternativo formado por Minhee (Park Min-hee) y Hyeon (Choe Hye-won), especialistas en gugak. Mientras respetaban la estética minimalista de la música tradicional coreana se propusieron desmantelar su tono patriarcal. En este álbum digital incorporan ritmos electrónicos al reinterpretar “Jongmyo Jeryeak”, música y danza para los ritos del santuario ancestral real de la dinastía Joseon (1392-1910). Designado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, los ritos continúan recreándose hasta el día de hoy.Los espeluznantes sonidos electrónicos del tema principal, “Born by Irreproachable Gorgeousness”, ofrecen un festín de ominoso minimalismo que evoca al kraut rock alemán de los ‘60 y ‘70. La voz de Minhee, es simbólica y extraña. Tradicionalmente, el gagok, un género lírico, se dividía en interpretación masculina y femenina. Minhee acaba con esta división y, usando efectos, canta ambas voces simultáneamente. Al poner la voz femenina al frente, se reapropia el contexto antiguo. HAEPAARY fue invitado al Festival de Música SXSW de Estados Unidos en 2021 y 2022. Cortesía de BISCUIT SOUND “Jung Eunhye La Divina Comedia-Infierno”Jung Eunhye; BISCUIT SOUND [Agosto 2021]El álbum es una grabación pulida de un proyecto de sonido pansori (canción narrativa) estrenado en 2017. Es una especie de “teatro sonoro”, donde la arquitectura sónica sirve como acompañamiento al canto pansori y a la lectura de clásicos occidentales. Las 17 pistas del álbum, incluidas “The Gates of Hell”, “The River of Charon” y “The Devil’s Prey”, se inspiraron en “La divina comedia-Infierno” de Dante, donde el texto principal es narrado y cantado en pansori.La voz de Jung Eunhye, que flota como un eco fantasmal en el espacio estereofónico, a veces acompañada de instrumentos de percusión, violonchelo, guitarra o piano, transporta al oyente a un teatro subterráneo húmedo y lúgubre. Mientras que la banda de pop alternativo LEENALCHI juega con el humor en su interpretación de la historia cómica pansori “Sugungga” (Canción del palacio submarino), Jung fusiona la estética quejumbrosa de la tradición narrativa musical de Corea con la representación del infierno de Dante.Jung es una cantante y actriz prolija en changgeuk (ópera pansori) y teatro. Comenzó a estudiar con maestros del pansori con siete años y se especializó en música tradicional coreana en la Universidad Nacional de Seúl. © Park Jin-hee “Hola, somos Jihye & Jisu”Jihye & Jisu; Sound Republica [Marzo 2021]Es el álbum de debut de la percusionista Kim Ji-hye y la pianista clásica Jung Ji-su. Kim estudió música tradicional coreana desde joven y soñaba con fusionar su música con otros géneros artísticos. Jung tiene sed de actividades creativas y de atención popular. Ambas se conocieron en Berklee College of Music cuando estudiaban composición de jazz, y desde entonces han explorado su potencial como intérpretes y creadoras de música.Su música no tiene indicios experimentales serios o esotéricos, ni contiene sonidos digitalmente alterados. Las siete pistas del álbum forman un concierto acústico de sonidos simples que ofrecen el tono original de buk (tambor), janggu (tambor de barril de dos parches) y piano. El álbum se basa en experiencias personales y se inspira en sus viajes por España, y brilla con energía de principio a fin. Los ritmos de música folclórica tradicional coreana, como gutgeori, jajinmori y chilchae, chocan con sonido funky y ritmos del jazz. Escuchar la quinta pista de ritmo rápido “Ronda and Me”, de camino al trabajo seguramente estimula al comenzar el día. La sexta pista, “Memories of Cherry Blossom”, y la última pista, “K-Sinawi”, cuentan con colaboraciones de un saxofonista y un percusionista. © Daniel Schwartz, Micha “Greekorea: saludando a la luna”The Gugak Jazz Society; Sori-e Naite Music Company [Marzo 2021]La Sociedad de Jazz Gugak es un conjunto de músicos de Corea, Grecia y Estados Unidos. Surgió en 2019 en Boston mientras colaboraban en el proyecto “Pansori Cantata with a Jazz Orchestra”. Como el título indica, ofrecen una síntesis química de música tradicional de Grecia y Corea, con el jazz como catalizador.El proyecto Grecia-Corea-EE.UU., liderado por la pianista residente en Boston Mina Cho, incorpora diversos instrumentos para crear paisajes sonoros multidimensionales, desde antiguos instrumentos coreanos como janggu, kkwaenggwari (pequeño gong), saenghwang (órgano de boca de lengüeta libre con 17 tubos de bambú), gayageum (cítara de 12 cuerdas) y tae-pyeongso (oboe cónico de doble lengüeta); al laúd griego; instrumentos de percusión de Oriente Medio como bendir, riq y darbuka; bajo y batería. Las impresionantes voces de Lee Na Rae, también integrante de LEENALCHI, transitan con fluidez del folclore coreano a los sonidos de Oriente Medio. Este proyecto tripartito único sorprende más al saber que los músicos, con sede en Seúl, Atenas y Boston, tuvieron que trabajar en línea por la pandemia. © Void Studio “Pseudociencia”SB Circle; Plankton Music [Agosto 2021]Es el segundo álbum del grupo SB Circle, cuyo nombre deriva de dos integrantes: el saxofonista de jazz Shin Hyun-pill y el intérprete de gayageum Kyungso Park (o “Bak”). Además figuran el bajista Seo Young-do y el baterista Christian Moran. SB también es una abreviatura del término sinbak, argot coreano muy usado por los jóvenes, que significa “novedoso e ingenioso”.Este grupo “novedoso e ingenioso” evita solo agregar armonías de jazz a la escala monofónica de la música tradicional coreana, logrando una excelente creación en comandita, alegre pero no frívola. “Fan in the Room”, la primera pista del álbum, fusiona el saxofón y la escala monofónica del gayageum, que se desliza como un sedán por una carretera vacía junto al río Han. La textura de la música es suave y elegante, mientras que los ritmos del bajo de Seo y la batería de Moran son controlados y delicados. Las inusuales y llamativas melodías de “Flat Earth” y “Negative Ions” seguramente cautivarán a los fanes del jazz urbano, al margen de su nacionalidad o formación musical.#Korean traditional Music
Features 2022 SPRING 269
Maverick crea un popurrí musical El intérprete, director y compositor musical Jang Young Gyu abarca toda la gama en las artes escénicas, al compilar un notable número de obras aclamadas por la crítica. Desde principios de los ‘90, ha coordinado y dirigido diversas bandas, planteando preguntas y realizando experimentos que amplían la música tradicional coreana con ritmos pegadizos. Jang Young Gyu emprendió su viaje musical montando una banda con sus amigos de primaria. Tocaban panderetas y melódicas, algo que recuerda como “ridículo”. Hoy día, podrían usarse muchas palabras para describir la música de Jang, pero “ridícula” no sería una de ellas.Jang, de 54 años, se dio a conocer en el escenario internacional actuando con SsingSsing, una banda que fusionaba rock y minyo, o canciones folclóricas tradicionales coreanas. También ha ganado premios en festivales de cine nacionales e internacionales: más de 80 películas en total, incluido el gran éxito internacional “Train to Busan” (2016) y otras notables obras como “The Wailing” (2016), “Tazza: The High Rollers” (2006) y “A Bittersweet Life” (2005). Y por si fuera poco, el ecléctico alcance de Jang también abarca producciones de danza y teatro.Gran parte de su atención actual se centra en sus obligaciones como director musical y bajista de LEENALCHI, banda de pop alternativo que causó sensación mundial en 2019 con la canción “Tiger is Coming”. Aunque ese éxito ha elevado aún más el perfil de Jang en el panorama musical, sigue sin sentirse cómodo hablando de él. Se describe a sí mismo como un pobre conversador, pero fue claro y sucinto al hablar sobre su carrera y su música en su estudio en Paju, provincia de Gyeonggi, incubadora de sus aventuras musicales. A la vanguardia de la experimentación contemporánea con música tradicional coreana, Jang Young Gyu ha trabajado con artistas de diversos ámbitos desde su juventud. La experiencia le ha ayudado a ampliar su espectro musical. ¿Cuándo se adentró en la música tradicional?Won Il, compositor e instrumentista tradicional coreano, me mostró el camino. Lo conocí a principios de los 90 y trabajamos juntos en Uhuhboo Project, creado en 1994, hasta lanzar el primer álbum de la banda. Entonces sentía gran curiosidad por los nuevos sonidos. Won Il me presentó a sus amigos y compañeros, con los que realizamos varios proyectos. Mi interés por la música tradicional aumentó cuando comencé a trabajar con la bailarina moderna Ahn Eun-me. Su compañía de danza me ofreció la oportunidad de componer música en mis propios términos, animándome a optar por vías radicalmente diferentes. Trabajando en proyectos como “New Chunhyang” y “Symphoca Princess Bari – This World”, finalmente pude distinguir los tres géneros de la música vocal tradicional, es decir, pansori (canción narrativa), minyo y jeongga (música vocal clásica) – y llegué a apreciar las diferentes cualidades y encantos de sus sonidos. Para profundizar en la tradición, monté una banda de siete personas llamada Be-Being en 2007. Abordamos proyectos de música budista, baile de máscaras y música de corte como un proceso de aprendizaje. Como director musical, ¿qué le atrae de la música tradicional?Me encanta lo creado a lo largo del tiempo, y también pienso que las circunstancias en las que escuchas música o cómo la aprecias, pueden marcar una gran diferencia. Tuve la suerte de conocer a los músicos en persona y escuchar sus actuaciones de cerca, y pude sumergirme en aspectos de nuestra música tradicional distintos a los que la gente suele sentir al escuchar discos o ir a conciertos, con sonidos amplificados por micrófonos. Es algo que no puedes experimentar sin estar muy cerca. Espero que muchos puedan tener esa experiencia. SsingSsing, banda de rock minyo (canción folclórica tradicional), cautivó al público con innovadora música y divertidas actuaciones. Creada en 2015, el grupo aunó tres cantantes, un baterista y dos guitarristas, incluido Jang Young Gyu. Se disolvió en 2018.Cortesía del Teatro Nacional de Corea ¿Qué opina de las mezclas? El año pasado, como juez en una audición, pude ver a más de 60 bandas. Y en todo momento tenía una pregunta en mi cabeza: “¿Qué quieren hacer?” La mayoría de los músicos tradicionales son técnicamente competentes, porque su arte requiere un largo entrenamiento, pero en mi honesta opinión, la música no se basa solo en refinadas habilidades.En los últimos años, cada vez más bandas fusionan música tradicional con otros géneros. El año pasado, incluso salió un programa en televisión de audiencias para músicos tradicionales, propagando aún más la tendencia, pero no sé si eso está bien. Me preocupa que aquellos no muy bien informados confundan las mezclas que salen en competencias televisivas con verdadera música tradicional y solo busquen música así. Deberíamos hallar la forma de invitarles a disfrutar de la diversión y los encantos de la auténtica música tradicional. ¿Qué visión tiene de la música que fusiona lo tradicional con otros géneros?Crecí escuchando un disco de colaboración del cuarteto de percusión Kim Duk-soo & Samulnori y el grupo multinacional de jazz Red Sun. Su música me parecía excelente. Más tarde me atrajo el conjunto de percusión Puri y Yang Bang Ean (más conocido como Kunihiko Ryo). Aunque Yang nunca lo imaginó, casi todas las bandas de música tradicional tocaban sus piezas en el escenario. Entonces surgieron muchos grupos que emulaban su estilo e influyó significativamente en la escena de la música tradicional.Si hablamos de Jambinai, no creo que su música pueda llamarse tradicional, pero tienen una orientación clara y una música original, juegan un papel destacado en la escena musical. También está 2nd Moon, una banda de siete integrantes que ayuda a discernir el gusto popular. Es bueno que surjan distintos grupos. LEENALCHI actúa en Strange Fruit, club próximo a la Universidad de Hongik, en diciembre de 2021. La banda de pop alternativo se formó en 2019 con siete miembros. “Tiger is Coming”, basada en pansori (canción narrativa) reinterpretada en música pop, causó sensación internacional. Frente: (de dcha. a izda.) el bajista Jang Young Gyu y los cantantes Kwon Song Hee, Lee Na Rae, Ahn Yi ho y Shin Yu Jin. Detrás: el bajista Park Jun Cheol y el baterista Lee Chul Hee.© LIVE CLUB DAY, Azalia En última instancia, ¿qué determina su valor?Creo que la buena música ofrece algo diferente. Por mi parte, también intento tener siempre presente cómo extraer algo diferencial de lo que hago. ¿Significa eso que intenta evitar clichés?Al trabajar en una serie constante de proyectos, alguna vez me preocupó la repetición o encasillarme en un estilo. Pero en algún momento pensé que tener estilo no era necesariamente malo y me libré de la obsesión de hacer siempre algo nuevo. En mi estilo, puedo buscar nuevos métodos según el contenido. ¿En qué se distingue LEENALCHI para usted? En otros proyectos, suelo tener un rol claramente definido y un propósito distintivo, pero LEENALCHI lo abre todo. Mi método al hacer una canción es así: primero, compongo los ritmos y patrones básicos. Después, los cuatro cantantes nos reunimos para hallar melodías de obras de pansori a juego. A veces, escuchamos y repasamos las cinco obras principales del pansori para adaptar sus melodías y versos a los ritmos compuestos y a nuestra intención musical. Es interesante captar lo que inesperadamente surge en este proceso y convertirlo en canción. No reordenamos obras de pansori existentes, sino creamos una nueva a nuestro modo. ¿Le ha cambiado el éxito de LEENALCHI?Tenía la vaga idea de que sería genial si mi música fuera bien recibida en el mercado del pop, pero no pensé en lo que tendía que hacer para que sucediera. Desde que lanzamos nuestro primer álbum en 2020, “Sugungga” (Song of the Underwater Palace), he tenido un montón de trabajo por delante que hubiera odiado hacer, que nunca habría hecho antes. Pero luego pensé que no debería decir “quiero tener éxito comercial” y evitar esas cosas. El mayor cambio, supongo, ha sido aceptar cosas que antes me habrían hecho preguntarme: “¿qué tiene que ver todo esto con mi trabajo?” Intento adaptarme. Por cierto, LEENALCHI aún no ha tenido éxito. “¿Nuestro trabajo se consume como música de banda?” Me pregunto, y la respuesta es “no”. Queda un largo camino por recorrer. ¿Qué le queda por hacer? De hecho, no hay mercado para música de bandas en Corea, y hacer buena música no garantiza el éxito. Tampoco tiene sentido esperar indefinidamente a ser reconocido. Las circunstancias óptimas no llegan por arte de magia, cada banda debe esforzarse por hacerse oír. ¿Tiene planes de actuar en el extranjero? Para que la banda sobreviva debemos seguir hallando formas de acercarnos a las audiencias nacionales e intentar asegurar un lugar en la escena internacional, pues allí sí hay mercado para las bandas. Sí, actuaremos en el extranjero este año. ¿Qué hay de su segundo álbum? Nunca esperé estar tan ocupado y con tan poco tiempo para trabajar en el álbum. Y pensé que podría hacer algo más con las cinco obras de pansori, pero ahora tengo mis dudas. Me preguntaba si contar una nueva historia sería suficiente para atraer a los oyentes contemporáneos, cuando los medios para contar la historia siguen sin cambios, con partes de obras ya existentes como mero “cortapega”. Entonces comprendí que debíamos hallar nuevos métodos musicales para hacer sonido, aparte de nuevas historias que contar. El segundo álbum se destina básicamente a presentar pansori creativos que reflejen esos pensamientos, y llevará más tiempo. Mi objetivo es lanzarlo a final de año, a ser posible.#Korean traditional Music
Features 2022 SPRING 237
Alegre fiesta de artistas creativos El Festival Yeo Woo Rak, organizado por el Teatro Nacional de Corea, es una alegre fiesta de la música, como su nombre indica. Creado para popularizar la música tradicional coreana mediante reinterpretaciones modernas, esta celebración anual despierta el espíritu creativo de músicos de gran variedad de géneros, llevándoles a experimentar con audaces creaciones. GongMyoung, grupo de músicas del mundo de primera generación de Corea, en el festival Yeo Woo Rak (Teatro Nacional de Corea en julio de 2017). Para celebrar su vigésimo aniversario, el grupo preparó un amplio repertorio. El festival combina música tradicional coreana con otros géneros.Cortesía del Teatro Nacional de Corea Cada julio, durante un mes, el Festival Yeo Woo Rak ocupa el Teatro Nacional de Corea, en el corazón de Seúl. Su nombre es un acrónimo y literalmente significa “Es nuestra música”, lo que implica “música tradicional para disfrute del público moderno”. Ya en su decimotercera edición, en este festival al pie del monte Nam, artistas de diversos ámbitos muestran libremente audaces experimentos con música tradicional.Yeo Woo Rak goza de un éxito notable respecto a otros conciertos de música tradicional coreana. Las entradas se agotan con regularidad y, a fines de 2021 contabilizaron 66.098 asistentes (sin incluir las presentaciones en línea de 2020), que en promedio ocuparon un 93% del aforo. Considerando que la música tradicional ha sido un género bastante marginado y parte insignificante del mercado musical, su éxito no tiene precedentes y es alentador.Pero su importancia no radica solo en la fuerte venta de entradas: su crédito proviene de impulsar un renacimiento de la música tradicional coreana, al llevar más allá de los límites una herencia musical que precisa del apoyo del gobierno para sobrevivir, reunir a los músicos y promover su destreza creativa. El resultado es un giro actual de la tradición y una forma de llegar a las audiencias globales. Destacados artistas han dirigido el festival en ediciones previas, incluidos el pianista y compositor Yang Bang Ean (más conocido como Kunihiko Ryo), el músico de jazz Youn Sun Nah, el compositor y director de orquesta Won Il y el intérprete de cheol-hyeongeum (cítara con cuerdas de acero) Yu Kyung-hwa. Como director creativo y desde 2020 figura el intérprete de geomungo (cítara de seis cuerdas), Park Woo Jae. Yang y Nah han forjado carreras exitosas en el jazz y la música popular, mientras que Won y Yu son artistas aclamados por sus colaboraciones creativas y experimentales, basadas en estilos con raíces en la música tradicional. Esta notable alineación de artistas que entremezcla géneros encarna las tres claves que definen el festival: experimentación, colaboración y atractivo popular.Como artistas invitados también podemos definir tres grupos. El primero incluye virtuosos, con título de Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional o equivalente, como el maestro cantante de pansori (canción narrativa) Ahn Sook-sun o el chamán Lee Hae-kyung, que dirige el rito comunal de la provincia de Hwanghae. Su función es preservar y defender el patrimonio musical. Posters del festival Yeo Woo Rak, creado en 2010. Cada mes de julio, músicos de diversos géneros presentan obras creativas en el Teatro Nacional de Corea. Las entradas suelen agotarse. Cortesía del Teatro Nacional de Corea El segundo grupo lo integran jóvenes intérpretes que han estudiado música tradicional y son la base del festival. Colaboran trabajando con muchos géneros diferentes, desde jazz o música de vanguardia y popular hasta música clásica occidental. Su trabajo combina arte, experimentación y atracción masiva. Incluye artistas como el intérprete de gayageum (cítara de 12 cuerdas) Kyungso Park o las bandas de música del mundo GongMyoung y Sinnoi.El tercer grupo lo integran músicos de jazz y pop conocidos por sus esfuerzos creativos. Son veteranos en proyectos colaborativos que fusionan elementos musicales contemporáneos y tradicionales. En este grupo destacan el pianista Lim Dong-chang, el compositor Jung Jae-il o el rapero Tiger JK, entre otros. El festival también cuenta con muchos artistas de otros ámbitos, como fotógrafos o diseñadores visuales, que mejoran y amplían la experiencia del público.#Korean traditional Music
Features 2022 SPRING 327
El advenimiento del ‘Joseon Pop’ Un nuevo género apodado como “Joseon pop”, que nace de fusionar pop occidental con gugak (música tradicional coreana), es centro de atención y está listo para expandir los límites del K-pop, pero no surgió de la noche a la mañana. sEODo Band en el Parque Olímpico de Seúl, dic. de 2021, en gira nivel nacional, continuación de “Pungnyu Daejang” (Masters of Arts), un programa de audiciones televisivas fusión de pop y gugak de la emisora por cable JTCB. Su popularidad atrajo mayor audiencia hacia la música tradicional.© JTBC, ATTRAKT MJTBC “Gugak es la música de los coreanos, pero también la más alejada de los coreanos”, expresó un novelista y melómano, señalando la realidad de la música tradicional coreana desde el siglo XX. La música nativa de los coreanos, aunque compartida y transmitida entre ellos durante siglos, se había apartado tanto del gusto contemporáneo que casi se extingue, al quedar profundamente grabada en la mente de las personas como algo pintoresco y anticuado.Este prejuicio fue un gran obstáculo para la transformación y evolución de la música tradicional coreana pero, irónicamente, también actuó como catalizador de la reciente tendencia “Joseon pop”. Cuando la música tradicional coreana salió de la oscuridad con un atuendo distinto, a la gente le pareció sorprendentemente elegante. Pero no se trata de un giro sin precedentes: la música tradicional coreana siempre ha evolucionado con ideas frescas y sensibilidades renovadas y, tras largos años de estancamiento, ahora recobra atención. Kim Duk Soo (2º por la izda) y la Compañía de Arte Tradicional Cheong Bae actúan en Gwanghwamun Art Hall, oct. de 2015. Kim Duk Soo & Samulnori, un cuarteto de percusión creado en 1978, ofreció numerosos conciertos en el país y en el extranjero, y obtuvo gran popularidad. La Compañía de Arte Tradicional Cheong Bae ha cread o su propia música inspirada en las artes escénicas coreanas tradicionales durante más de 20 años. © Samulnori Hanullim Apoyo para preservarlaDesde finales del siglo XX, el apoyo gubernamental para preservar la música tradicional ha sido esencial para su supervivencia y permitió crear nuevas músicas arraigadas en la tradición. En cualquier país, la música tradicional tiende a ser irrelevante en la vida contemporánea, y el mismo destino ha amenazado repetidamente a la música tradicional de Corea. El período colonial japonés (1910-1945) fue la edad oscura, y el estallido de la Guerra de Corea en 1950 condujo a la destrucción de recursos relacionados, incluidos los músicos. La agitación política de la posguerra y las dificultades económicas agotaron aún más su potencial de regeneración. Durante la avalancha industrial y urbanística, desde la década de 1960, la música tradicional quedó al margen, y fue menospreciada como arte premoderno.Durante recurrentes crisis, continuaron los esfuerzos por preservar el legado de la música tradicional, aunque discretamente. Durante la era colonial japonesa, estuvieron a cargo del Instituto de Música de la Casa Real Yi. Despojada de soberanía, la dinastía Joseon fue degradada a la “Casa Real Yi” y las actuaciones musicales para las ceremonias de la corte fueron casi abolidas. Pero pese a tan hostil clima, el instituto de música real logró reclutar estudiantes y enseñarles música de la corte para mantener viva la tradición. Durante la Guerra de Corea, que estalló unos años después de la liberación y el establecimiento de la República de Corea, fundaron el Centro Nacional Gugak en Busan, la capital de la guerra. Bajo su techo reunió vestigios de recursos musicales y a músicos esparcidos por un país devastado por la guerra. Después del armisticio de 1953, fue trasladado a Seúl y desde entonces está a cargo de preservar la música tradicional, y de su reinterpretación y creación modernas.La Ley de Protección del Patrimonio Cultural en 1962 también fue crucial, pues introdujo el sistema del Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional, que designó áreas de preservación en la cultura y las artes tradicionales, además de brindar apoyo a profesionales calificados para ser “titulares” o “aprendices certificados”. Entre los tipos de música que recibieron ese reconocimiento oficial figuran Jongmyo Jeryeak (música ritual ancestral real), gagok (ciclos de canciones líricas), pansori (canción narrativa), daegeum sanjo (solo en la flauta transversal de bambú) y Gyeonggi minyo (canciones populares de la región de Gyeonggi), entre otros. Curiosamente, muchos de los artistas que lideran la reciente puesta en valor de la música tradicional coreana poseen certificados en artes designadas como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional: Yoon Jeong Heo de Black String fue entrenado en geomungo sanjo (solo en cítara de seis cuerdas); Ilwoo Lee de Jambinai en piri jeongak (música de la corte para oboe de doble lengüeta) y daechwita (música de banda militar); Ahn Yi ho de LEENALCHI en pansori; y la cantante Lee Hee-moon en canciones folclóricas de Gyeonggi. Coreyah, un grupo de fusión de gugak en el concierto “Clap & Applause” (Baksumugok) en Guri Art Hall, sept. de 2020, en su décimo aniversario. Presenta una fusión única de música pop y étnica mundial, reinterpretando las características de los instrumentos tradicionales.© Fundación Cultural Guri Atractivo popular El Departamento de Música Coreana de la Universidad Nacional de Seúl, fundado en 1959, allanó el camino para convertir la música tradicional en tema de investigación académica. Inspiró a otras universidades del país a abrir departamentos similares, que aumentaron considerablemente en las décadas de 1970 y 1980. Sus graduados destacaron en la escena musical, liderando la promoción de la música tradicional.A diferencia de la generación anterior, que vio peligrar la tradición por las turbulencias del siglo XX, estos músicos universitarios pensaban que más allá de preservar y transmitir, era importante insuflar nueva vida a la música tradicional para lograr un mayor atractivo. Comenzaron a componer obras creativas con elementos tradicionales modificados al estilo contemporáneo. La definición de “creativo” era bastante amplia entonces, pues incluía obras nuevas basadas en motivos de conocidas canciones populares o piezas de pansori, y arreglos de música clásica occidental para instrumentos tradicionales.Concretamente, Samulnori (conjunto de cuatro instrumentos de percusión) surgió a finales de los ‘70 y jugó un papel básico en popularizar la música tradicional. Partiendo de ritmos de agricultores de las comunidades rurales, ofrece una animada interpretación con buk (tambor de barril), janggu (tambor de dos cabezas), kkwaenggwari (pequeño gong) y jing (gong). Estos jóvenes músicos ofrecieron emocionantes actuaciones con elementos típicos de esos cuatro instrumentos, animando al público a responder a ritmos edificantes y rescatando la música tradicional de los márgenes donde había permanecido relegada por mucho tiempo. TransformaciónEn la década de 1980, mientras el mercado de la música pop crecía rápidamente, surgió una versión popular de minyo con ritmos y melodías distintivos de la música tradicional. Las “canciones pop de Gugak” arraigaron como género de música pop, contribuyendo a un mayor disfrute de la música tradicional. Los acompañamientos que combinan instrumentos coreanos y occidentales allanaron el terreno a la “fusión gugak” en los ‘90.La ola de globalización que barrió el país con los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988 estimuló la evolución del gugak. Con nuevos mercados, un nuevo orden comercial, y la cultura occidental impregnando su vida cotidiana, los coreanos volvieron la vista a su propia cultura, con grandes éxitos como la canción de Bae Il-ho “Sintoburi” (1993). El título significa “el cuerpo y la tierra no pueden separarse”, y fomenta el consumo de alimentos cultivados en casa. “Seopyeonje”, una película de Im Kwon-taek que representa a cantantes de pansori, se estrenó el mismo año y logró récord de taquilla, además de elogios como “película nacional”. Casi a la vez, un anuncio farmacéutico con el maestro cantante de pansori Park Dong-jin (1916-2003) gritando: “¡Aprecia lo nuestro!” generó un modismo popular por un tiempo. Jimin de BTS baila con abanicos tradicionales en Melon Music Awards 2018. En el evento de fin de año BTS presentó “IDOL”, con el baile de tres tambores de J-HOPE y el baile de máscaras de Jungkook, obtuvo entusiasta respuesta de la audiencia.© Kakao Entertainment Corp. SUGA de BTS en el video musical de “Daechwita”, tema principal de su segundo mixtape “D-2” (2020). Combina hábilmente trap beat con sonido de instrumentos tradicionales de daechwita, música de los procesos reales de la dinastía Joseon.© HYBE Co., Ltd. Con motivo del 600º aniversario de Seúl como capital de Corea, el gobierno designó 1994 como el “Año de visita a Corea” y “Año del Gugak” para promover el turismo. A fin de atraer turistas internacionales, promocionaron la música tradicional como uno de los principales productos culturales del país, aunque años más tarde, la crisis financiera asiática asestó un duro golpe al círculo artístico-cultural. Muchos músicos tradicionales se vieron obligados a pensar por qué tipo de música optar para ganarse la vida.A fines de los ‘90, y gracias a la difusión de Internet, los músicos tradicionales y el público en general tenían a su alcance mucha música de otros países. Descubrieron que había un género llamado “músicas del mundo”, basado en tradiciones musicales de cada país. La música del sur de Asia, de África y de otras zonas se convirtió en rica fuente de inspiración. Previamente, el repertorio de música tradicional coreana para actuaciones en el extranjero se limitaba a clásicos consagrados, pero a medida que presentaron más estilos de fusión en festivales internacionales, el público respondió favorablemente. A la vanguardia de esa tendencia estaban Percussion Ensemble Puri, dirigido por el compositor Won Il, y el grupo de música mundial GongMyoung. Gradualmente, se generalizó que la sucesión creativa de la tradición implica transformación y renovación, algo consistente con la decisión de la UNESCO de inscribir la canción folclórica coreana “Arirang” en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al considerar que los coreanos aún cantan esa antigua canción, y se transmite en distintas versiones entre individuos y comunidades. Imagen fija del concierto en línea de la cantante Lee Hee-moon, “Minyo”, retransmitido en vivo por Internet Naver en julio de 2021. Publicada antes del concierto, la imagen representa la fantástica visión del personaje epónimo creado por Lee. Su nombre es parodia de minyo, canciones populares tradicionales.Cortesía de Lee Hee Moon Company Colaboración y sinergia “Joseon pop” nace de esta larga historia y antecedentes, que ofrecieron un terreno fértil para el nacimiento de bandas más conocidas en el extranjero que en casa, como Black String, Jambinai y LEENALCHI. El éxito del Festival Yeo Woo Rak surgió de ese mismo suelo. El festival anual, organizado por el Teatro Nacional de Corea, comenzó en 2010 como evento nacional, pero se ha convertido en un festival de música mundial rebosante de ideas creativas e inspiraciones de jóvenes músicos.Recientemente, artistas de otros campos y el público en general ven la música tradicional bajo un prisma totalmente distinto. El programa de audición “Pungryu Daejang” (Masters of Arts), emitido en JTBC entre septiembre y diciembre de 2021, mostró una desenfrenada experimentación de jóvenes músicos que entusiasmó al público con su música desconocida pero elegante. Otra tendencia es la activa colaboración entre músicos tradicionales y artistas de otros géneros, como teatro, danza, cine, musicales y bellas artes, buscando crear algo diferente. La cantante Lee Hee-moon, que ha trabajado con muchos artistas de moda, artes visuales y videos musicales, explicaba en una reciente entrevista: “Sin duda es importante preservar intacta nuestra música tradicional, pero a menudo pienso en ella como arma secreta para impulsar un cambio creativo en otros géneros artísticos”. Queda por ver si “Joseon pop” podrá mejorar su atractivo para conquistar a los seguidores de la música mundial que buscan cosas únicas de todo el planeta.#Korean traditional Music
Features 2022 SPRING 253
Límites a horcajadas de instrumentos La tradición musical de Corea incluye instrumentos nativos de la antigüedad y otros llegados del continente euroasiático. Durante la larga historia del país, han encapsulado su cultura y sensibilidad, con modificaciones para expresar mejor los sonidos de cada época. Los instrumentos musicales de un país reflejan su entorno cultural. Los materiales, formas, tamaños y técnicas de interpretación que determinan el sonido de un instrumento, son una amalgama de elementos como ubicación geográfica, entorno, cultura y religión. Y, sin embargo, casi todos los instrumentos poseen cualidades de fuera de las fronteras de la nación. Cuando las culturas de las regiones vecinas chocan y convergen, nacen nuevos instrumentos. La identidad de un instrumento no es estática, sino que evoluciona constantemente.Los instrumentos tradicionales coreanos no son una excepción. Algunos fueron importados de China hace muchos siglos, otros fueron recuperados tras caer en desgracia y tuvieron una segunda vida en Corea, y también hay versiones de instrumentos occidentales adoptados durante el siglo XX. Algunos siguen siendo modificados en la actualidad para mejorar su volumen o ampliar su rango. Las iteraciones trascienden barreras al rediseñar su semblante y sonido. En la era moderna, a medida que la música occidental llegaba a Corea, bandas, cuartetos y orquestas se convirtieron en intérpretes principales. Y los instrumentos coreanos tradicionales que no se adapton bien a esos conjuntos quedaron aparte. Aquellos que producen un volumen bajo o con dificultad de generar armonía suelen tener un papel menor.En cambio, recientemente hay más músicos solistas que comparten las distintas características de los instrumentos tradicionales con el público. Se están escribiendo nuevas composiciones para instrumentos que quedaron atrás porque no podían mostrar su tono original en un grupo, o para aquellos que apenas se tocaban en solitario. Tanto los instrumentos tradicionales, como el género de la música tradicional en sí, se interpretan de forma mucho más diversa. Hoy día, los instrumentos tradicionales se usan en una amplia gama de géneros musicales, desde piezas creativas centradas en la gramática de la música tradicional hasta obras que fusionan géneros.Presentamos algunos de los instrumentos tradicionales coreanos más populares de los últimos años. GeomungoEl mejor de todos los instrumentos El geomungo, una cítara de seis cuerdas, era siempre catalogado como el mejor instrumento musical coreano, pues no solo servía para interpretar música, sino también para el cultivo y el control mental. A simple vista se parece al gayageum, una cítara de 12 cuerdas. Ambos están hechos en madera con cuerdas de seda, pero son muy distintos en tono, fabricación e interpretación. El gayageum se toca presionando las cuerdas y estirándolas con la mano, mientras que el geomungo posee cuerdas más gruesas y produce un sonido grave y pesado. Se toca punteando las cuerdas con un palo, llamado suldae, en una mano mientras que la otra mano estira o empuja las cuerdas. Esta combinación de percusión y cuerdas emite un sonido contenido pero más fuerte que otros instrumentos de cuerda. El geomungo tuvo un papel clave en los grupos tradicionales. Ahora su importancia ha disminuido gradualmente y no hay muchas piezas nuevas para este instrumento por diversos motivos. Pero ante la prevalencia actual de bandas y orquestas de estilo occidental, principalmente se debe a que el bajo volumen y los tonos simples del geomungo disuaden de su uso por el esfuerzo que requiere su interpretación.Ciertamente, no es fácil crear una pieza que muestre plenamente las particularidades del geomungo, pero eso no ha impedido que algunos músicos obtengan elogios solo con el geomungo. Hwang Gina, solista de geomungo y creadora musical, ofrece sensuales y contemporáneas obras que amplían las posibilidades de este instrumento. Su sencillo digital, “Mess of Love”, lanzado en 2021, expresa la conflictiva psicología de hombres y mujeres que lidian con la separación. En una composición con ingenio, un desarrollo y una conclusión claros, el geomungo ofrece un entretenimiento rítmico perfecto. PiriVida insuflada en madera Algunos instrumentos cobran vida cuando la respiración del intérprete se canaliza a través de un orificio de madera. Piri es un instrumento de bambú vertical comparable a un oboe. Hay tres tipos según tamaño y función: hyangpiri, literalmente “piri local”, el tipo más largo de piri; el esbelto sepiri; y dangpiri, o “Tang piri”, que básicamente se usaba para tocar música cortesana y derivada de China.Piri asume la melodía principal en gran parte de la música tradicional coreana, desde música palaciega hasta música folclórica. En general, los instrumentos de viento se dividen entre aquellos con lengüeta (pieza delgada que vibra para producir sonido) y los que no la tienen. Piri posee una lengüeta doble llamada “seo” y se toca soplando por el orificio, controlando la fuerza y abriendo y cerrando los agujeros tonales (jigong) con los dedos. El músico usa la lengua o ajusta la posición de la lengüeta para controlar el tono, usando varias técnicas que solo permite la flauta piri. Controlar tan sensibles factores requiere de gran sensibilidad y habilidades.Piri permite tocar un amplio espectro musical. Gracias a su timbre firme y potente, suele ser responsable de la melodía principal en obras contemporáneas. Sorprendentemente, es raro ver conjuntos solo con músicos de piri. BBIRIBBOO, una banda de tres integrantes compuesta por dos músicos de piri y un productor, es una de las excepciones. Destaca por el encanto de piri y por las ingeniosas e innovadoras interpretaciones de un amplio repertorio tradicional. “In Dodri”, lanzado en 2021, es una revisión funky de “Yangcheong Dodeuri”, una de las tres piezas de “Celebrating Eternity” (Cheonnyeon Manse), suite clásica en los banquetes de la corte de la dinastía Joseon (1392-1910). Tiene tempo rápido y melodías animadas y pegadizas. Tomando prestados y reinterpretando estos atributos, “In Dodri” se toca con piri y saenghwang, un órgano de boca de lengüeta libre. Ulla Vibración y resonancia Ulla es un instrumento tradicional coreano relativamente nuevo. Fue introducido desde China, pero no se ha confirmado una fecha definitiva. No se menciona en el principal libro de música de principios de la Dinastía Joseon, “Canon of Music” (Akhak gwebeom), publicado en 1493, pero figura en fuentes históricas de la segunda mitad del período Joseon.Ulla es un instrumento de percusión que consta de 10 pequeños gongs de cobre que cuelgan de un marco de madera. Los gongs se tocan con una varilla pequeña, que se sostiene con una o con ambas manos. Están dispuestos en cuatro filas, y cada tono aumenta gradualmente de abajo a arriba y de izquierda a derecha. El gong superior tiene el tono más alto. A diferencia de otros instrumentos de percusión, ulla permite tocar melodías, pero generalmente se usa en grupos de percusión y las piezas solistas para ulla son raras. Hoy en día, principalmente se usa para acompañar la ceremonia de cambio de guardia en los palacios reales o recrear una procesión real.La percusionista Han Solip presentó recientemente varias piezas notables para ulla y otros instrumentos de percusión. Su primer sencillo digital, “All Grown-ups Were Once Children”, lanzado en 2018, ofrece tonos claros y puros de ulla en una atmósfera cálida y ensoñadora. Esta pieza solista regala una sensación distinta a la música procesional tradicional, al centrarse en reverberaciones suaves y líricas melodías, y no en el sonido claro y penetrante de los gongs al ser golpeados con fuerza. Se espera que este sonido moderno y minimalista anime a otros músicos a explorar las posibilidades de este instrumento los próximos años. © Choi Yeong-mo Cheol-hyeongeum La guitarra transformada Cheol-hyeongeum es una cítara con cuerdas de acero ideada por Kim Yeong-cheol, un maestro equilibrista y miembro de una banda namsadang o artistas masculinos itinerantes en la década de 1940. Es un raro ejemplo de guitarra modificada para adaptarse a la gramática de los instrumentos musicales tradicionales coreanos. Se dice que surgió mientras Kim tocaba la guitarra por diversión, colocándola en el suelo como un geomungo. Y vio que las cualidades de la guitarra y el geomungo combinaban estupendamente. Los instrumentos de cuerda coreanos suelen llevar cuerdas de seda, pero cheol-hyeongeum lleva cuerdas de acero, como algunas guitarras. Se toca como el geomungo: con la mano derecha se sostiene un palo llamado suldae para pulsar las cuerdas, mientras que la izquierda se mueve como un tobogán a lo largo. El resultado es un tono totalmente distinto al de una guitarra con cuerdas de acero. A caballo de un sutil límite entre instrumentos, está impregnado de moderna vitalidad y de la energía del cambio.Cheol-hyeongeum no es un instrumento común entre los intérpretes de música tradicional y pocos se especializan en tocarlo. Tampoco tiene muchas composiciones, aunque recientemente hay más ocasiones de escucharlo en nuevas y creativas obras. Aparece en torno a la mitad de una pieza de 2019, “The Waves of the Neocortex” del trío de gayageum Hey String, produciendo melodías metálicas, agudas pero redondeadas, que contrastan con las melodías del gayageum. © Song kwang-chan JangguPrincipio y fin de la canción Janggu es un tambor de dos parches muy frecuente en la música tradicional coreana. Casi siempre se toca tanto al principio como al final de una pieza musical, por su papel de control del tempo con los latidos. Este tambor se fabrica ahuecando el interior de un tronco largo, dejando un tallo delgado en el medio. El resultado tiene forma de reloj de arena al que se añaden unos parches de cuero en los extremos que se sujetan con cuerdas, que suenan al ser percutidas. El lado izquierdo del janggu, llamado norte o “gung”, se golpea con la palma de la mano o con un mazo redondeado llamado gungchae, y el lado derecho, llamado “chae”, se toca con un palo de madera largo y delgado llamado yeolchae. También se conoce como janggo o seyogo (tambor de cintura delgada). En general, janggu es un instrumento de acompañamiento, aunque hay piezas que muestran las vibrantes y deslumbrantes melodías y técnicas del janggu, como el seoljanggu (hazañas individuales) y el pungmulgut (desfile de bandas de granjeros). Sin embargo, no es frecuente ver piezas musicales íntegras para instrumentos de percusión y, naturalmente, la música centrada en la percusión presenta límites respecto a la de los instrumentos melódicos. Recientemente, sin embargo, hay más solistas de percusión y el alcance de su música se expande más allá de lo habitual. Kim So Ra es una de las más activas. En su segundo álbum, “Landscape”, lanzado en 2021, presenta su propio giro en ritmos de percusión en música tradicional de agricultores y música chamánica. Sus actuaciones se caracterizan por una energía explosiva y una belleza contenida a la vez. Delicadamente, oscila entre tensión y relajación, mostrando la dinámica energía del instrumento. Permite apreciar una interpretación de janggu como partitura completa.#Korean traditional Music