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2023 SPRING

Seguir caminos no planeados

Interesada en todo, desde la ciencia y el diseño hasta el esquí y los viajes, Marie Boes ha seguido un inesperado camino hasta convertirse en propietaria de una pequeña empresa con gran cantidad de certificados y premios, así como en ciudadana honoraria de Seúl.


Marie Boes viajó a Corea por primera vez en 2014 tras un curso de verano en China. Años más tarde volvió con la intención de quedarse por un mes, pero su espiral de actividad convirtió ese mes en residencia indefinida.


Cuando Marie Boes vino a vivir a Corea en 2016 comenzó a escribir un blog, principalmente para asegurarle a su abuela que estaba bien. Pero eventualmente se convirtió en dos negocios: en agencia de contenido para medios y en empresa de marketing SEO (optimización de motores de búsqueda). Con 29 años, Boes, nacida y criada en la tranquila ciudad belga de Ypres, ahora dirige una pequeña empresa y vive en Seúl.

“Nunca lo planeé, solo sucedió”, explica. “Todos los que se mudan al extranjero abren un blog para que lo lea su familia. Así comencé a escribir. Luego surgió la ocasión de hacer viajes gratis si promocionaba los destinos y pensé: esto es genial. Tengo 23 años, viajo gratis y me gusta escribir. Quizá pueda hacer algo con esto”.


La vida gira

Tampoco planeaba vivir en Corea. Tras completar un programa de verano en China como parte de su maestría en 2014, Boes vino a Corea al pensar que era un lugar seguro para una mujer joven viajando sola. “No sabía ni qué esperar. Tenía una guía de Lonely Planet y eso era todo”, recuerda. “Terminé haciendo muchas caminatas. Fui a la costa y viaje sola a Seúl, Busan, Gyeongju y Sokcho. Luego regresé a Inglaterra donde trabajé durante un año y medio y quería volver a Bélgica, pero luego pensé: ‘Regresaré a Corea, allí realmente disfruté’. Así que vine por un mes y aquí sigo”.

Al principio, Boes tuvo mil trabajos extraños como enseñar inglés, enseñar a esquiar o trabajar en un plató de cine, además de escribir su blog de viajes, “Be Marie”. También comenzó a escribir para otros sitios web, mientras se preguntaba cómo podría lograr que más personas leyeran el suyo. Entonces, aprendió SEO y promoción de sitios web viendo videos de YouTube. A medida que su blog creció y atrajo más y más tráfico, comenzó a pensar que era bastante buena en lo que hacía. Otras personas también lo pensaron y le pidieron que colaborase con otras webs. Así nació una de sus empresas, Namu Marketing.

Pero Boes no había estudiado medios ni tecnologías de la información. Obtuvo su licenciatura y maestría en ingeniería industrial en la Universidad de Nottingham Trent, en Inglaterra. Eligió esa especialidad porque no sabía lo que quería hacer. “Quería hacer todo. Me interesaba todo”, afirma. La ingeniería industrial combinaba ciencia y diseño, dos cosas que le encantan y le han resultado muy útiles ahora que trabaja en varios sitios web médicos.


Una carrera colorida

El diseño ha sido y sigue siendo parte importante en la vida de Boes. Hizo cursos de diseño de producto en Bélgica e Italia, y tiene experiencia en diseño de accesorios para bicicletas y techos corredizos. Incluso cofundó una marca de moda.

Cuando el COVID-19 paralizó el turismo tenía poco trabajo. Entonces solicitó entrar en Asan Sanghoe, un curso de emprendimiento global de seis meses que reúne a jóvenes reasentados de Corea del Norte, residentes extranjeros y locales con ideas de negocio. Allí conoció a Kang Ji-hyun de Corea del Norte y cofundaron IStory, una marca de moda de impacto social que produce camisetas con coderas que ilustran conceptualmente las historias de los norcoreanos que se establecieron en el Sur. Aunque ya no está implicada, comenta: “Estoy muy orgullosa de ese trabajo. ¡Salimos en el New York Times! Realmente fue genial”.

Ahora Boes diseña por su cuenta mantas, bolsos y camisetas inspiradas en dancheong, la colorida pintura que decora los edificios de madera en palacios y templos. Este proyecto nació de su amor por los patrones tradicionales coreanos. Al no poder hallar lo que buscaba en las tiendas de los museos, decidió crearlo ella misma. Aunque no lo promociona mucho, recibe de diez a veinte pedidos al mes.

Durante el curso de Asan Sanghoe, Boes también conoció a Lee Ji-an, una estudiante originaria de Corea del Norte, y a Min Gyeong-hwan, quien había vuelto de EE. UU. para cumplir el servicio militar obligatorio de Corea. Por sus diversos antecedentes tenían ideas distintas, pero un propósito común: promover Corea a nivel mundial. Más tarde crearon el canal de YouTube “How Is Korea”, donde producen contenidos sobre temas que van desde enseñar inglés, sitios para viajar, comida y K-pop, hasta consejos sobre seguridad, taxis o cómo usar Kakao.

Tanto a través de su blog como de “How Is Korea”, Boes vio aumentar el interés en Corea durante el período de la pandemia. “Antes, cuando hablaba de Corea a los belgas no sabían ni qué pensar, pero ahora el K-pop y el K-drama son muy populares en Bélgica. Realmente siento que Corea ha entrado en el mapa cultural. Mucha gente espera con ansia visitar el país”, resalta.


Centrada en el negocio

Boes tiene un negocio de marketing y un canal de YouTube donde promueve Corea. También le interesa hablar en público y ser mentora de jóvenes emprendedoras.

Aunque Boes dirige dos empresas, no emplea personal de oficina a tiempo completo. Va a su oficina dos veces por semana donde se encuentra con sus dos socios, y el resto del trabajo lo hacen trabajadores autónomos por proyectos. Mayormente trabaja desde su casa en Haebangchon, Seúl. Esto puede sonar casual, pero ella dice que es muy estructurada. “Siempre me despierto a las 7:30 a. m. y desayuno tranquilamente. Luego empiezo a trabajar sobre las nueve. La mañana es mi momento más productivo, mi “momento crucial”. Es cuando escribo contenido para la web, propuestas o informes. Cualquier cosa que requiera toda mi atención”. Las tardes son más relajadas y pueden incluir reuniones con amigos o un paseo por el cercano monte Nam, antes de volver a su escritorio. Le encanta la cultura de los cafés de Corea, pues le permite pasar horas trabajando en un café si le apetece.

Cuando su trabajo remitió por la pandemia, aceptó un empleo en el equipo de marketing de una empresa de exportación de productos de belleza. Al estar en una oficina de ocho a cinco pudo experimentar las complejidades de la jerarquía coreana y las relaciones personales en la oficina.

Como muchos otros que vinieron a Corea porque les gusta el país y sus gentes, se encontró luchando con las relaciones sociales. “Realmente intenté integrarme en todos los sentidos. Estudié mucho para aprender coreano, intenté hacer amigos coreanos… pero la gente no sabía cómo tratarme porque intentaba actuar como una coreana”, recuerda Boes. Sin embargo, la vida se volvió más fácil al reconciliarse con el hecho de ser extranjera. Admite que es porque su entorno actual no es “típicamente coreano”, pues la mayoría de sus amigos son extranjeros y la mayor parte de su trabajo es en inglés.

Como propietaria de un negocio, ser joven, extranjera y mujer ha llevado a Boes a trabajar duro para demostrar su valía. “Sentí que cualquier cosa que hiciera un hombre, yo tendría que hacerla tres o cuatro veces mejor, pero eso me convirtió en mejor propietaria”, resalta. También enfatiza la importancia de tener un buen abogado y un buen contador. Ahora Boes mantiene una sólida trayectoria y trabaja para clientes como Seoul Law Group, firma que habla por sí misma. En 2019 fue premiada como bloguera por la Organización de Turismo de Corea y la Organización de Turismo de Seúl, y en 2021 fue nombrada Ciudadana Honoraria de Seúl.


Inspirando a otros


Considerando toda la educación y la experiencia de Boes, sus años parecen no encajar. Con solo 29 años está en una etapa muy distinta a la mayoría de sus compañeros, pero no solo se define a sí misma como una persona lenta, sino también muy tímida e inadaptada: “Crecí y soy de campo. Siempre me ha costado encajar. Era la persona más tímida que puedas imaginarte. Llevaba el pelo corto y jugaba al baloncesto. Era muy chicazo. Simplemente… no encajaba”.

Además, ella no tomó un camino fácil en la vida. Tras superar muchos obstáculos por sí sola, está ansiosa por trabajar hablando en público y ser mentora de otras mujeres jóvenes compartiendo su experiencia. El año pasado participó en varios programas de este tipo, incluido uno para alumnas de ciencias en la Universidad Ewha de Mujeres. Boes intenta inspirar a las jóvenes y mostrarles que no han de seguir el camino trazado para ellas. “La respuesta es muy positiva y de gran retorno”, resalta. “Si observas el camino que tomé, salté de un lugar a otro y me ha ido bien”.

Sin embargo, parece que las preocupaciones de su abuela por no estar en Bélgica y tener un trabajo estable de oficina siguen en su mente. Mientras posa para unas fotos, sonríe y comenta: “Esto la ayudará a pensar que tengo un trabajo real”.

Al no hallar los productos que buscaba en las tiendas del museo, Boes decidió crearlos, incluyendo bolsos, camisetas y mantas inspirados en patrones tradicionales dancheong.

Boes vende productos inspirados en patrones tradicionales coreanos en su web “Be Marie”, que ofrece mucha información sobre destinos de viaje en Corea y presenta aspectos interesantes de la cultura coreana.
© Be Korea Shop


Cho Yoon-jungEscritora y traductora independiente
Lee Min-hee Fotógrafo

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